Albert Bandura

Teoría
Cognitivo Social del Aprendizaje o teoría observacional
Bandura analiza el aprendizaje de las conductas a través de
los medios y observa, por ejemplo, cómo aquellas que tienen un carácter
agresivo aumentan la propensión a la agresividad e, incluso, conducen a que personalidades
violentas de la ficción audiovisual puedan aparecer como modelos de referencia.
El pensamiento de Bandura da un importante salto cualitativo
entre las corrientes conductistas y las cognitivas.
Surgió que el ambiente causa el comportamiento, cierto, pero
que el comportamiento causa el ambiente también, esto lo definió con el nombre
de determinismo reciproco. El mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente; a partir
de esto empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres
cosas:
a) El ambiente.
b) El comportamiento y
c) Los procesos psicológicos de la persona.
EL EXPERIMENTO DE ALBERT BANDURA FUE: EL MUÑECO BOBO
Elementos del aprendizaje observacional.
1.
Atención. Si vas a aprender algo, necesitas
estar prestando atención. De la misma manera, por ejemplo, estás adormilado,
drogado, enfermo, nervioso o incluso “hiper”, aprenderás menos bien. Igualmente
ocurre si estás distraído por un estímulo competitivo.
2.
Retención. Debemos ser capaces de retener
(recordar) aquello a lo que le hemos prestado atención, guardamos lo que hemos
visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o descripciones verbales.
3. Reproducción. Debemos traducir las imágenes o
descripciones al comportamiento actual. Por tanto, lo primero de lo que debemos
ser capaces es de reproducir el comportamiento.
4. Motivación. Con todo esto, todavía no haremos nada a
menos que estemos motivados a imitar; es decir, a menos que tengamos buenas
razones para hacerlo. Bandura menciona un número de motivos:
Refuerzo pasado, como el conductismo
tradicional o clásico.
Refuerzos prometidos, (incentivos) que
podamos imaginar.
Refuerzo vicario, la posibilidad de percibir
y recuperar el modelo como reforzador.
Autorregulación
La autorregulación (controlar nuestro propio comportamiento)
es la otra piedra angular de la personalidad humana. En este caso, Bandura
sugiere tres pasos:
1. Auto-observación. Nos vemos a nosotros
mismos, nuestro comportamiento y cogemos pistas de ello.
2. Juicio. Comparamos lo que vemos con un
estándar
3. Auto-respuesta. Si hemos salido bien en
la comparación con nuestro estándar, nos damos respuestas de recompensa a nosotros
mismos.
Lo mismo ocurre con el auto-castigo. Bandura ve tres
resultados posibles del excesivo auto-castigo:
Compensación. Por ejemplo, un complejo de superioridad y delirios
de grandeza.
Inactividad. Apatía, aburrimiento, depresión.
Escape. Drogas y alcohol, fantasías televisivas o incluso el
escape más radical, el suicidio.
Las recomendaciones de Bandura para las personas que sufren
de auto-conceptos pobres surgen directamente de los tres pasos de la
autorregulación:
Concernientes a la
auto-observación: ¡conócete a ti mismo! Asegúrate de que tienes una imagen
precisa de tu comportamiento.
Concernientes a los estándares: Asegúrate de que tus
estándares no están situados demasiado alto.
Concernientes a la auto-respuesta: Utiliza recompensas
personales, no auto-castigos. Celebra tus victorias, no lidies con tus fallos.
Terapia de autocontrol
Las ideas en las que se basa la autorregulación han sido
incorporadas a una técnica terapéutica llamada terapia de autocontrol. Ha sido
bastante exitosa con problemas relativamente simples de hábitos como fumar,
comer en exceso y hábitos de estudio.
Terapia de Modelado
Sin embargo, la terapia por la que Bandura es más conocido
es la del modelado. Esta teoría sugiere que si uno escoge a alguien con algún
trastorno psicológico y le ponemos a observar a otro que está intentando lidiar
con problemas similares de manera más productiva, el primero aprenderá por
imitación del segundo.
Arnold Lazarus

Es uno de los más hombres más influyentes en la Psicología a
nivel mundial, debido a las importantes contribuciones que ha realizado a este
campo, entre las que se encuentran: la introducción de los términos terapia de
conducta y terapeuta de conducta, el avance de algunas técnicas conductuales
como la desensibilización sistemática, la consideración de aspectos cognitivos
en los trastornos psicológicos, la creación de una nueva terapia conocida como
Terapia Multimodal.
Lázarus distingue su modelo de otros intentos similares en
función de que no se trataría de una nueva escuela, sino de un marco de
referencia integral. El mismo incluye una serie de parámetros que en principio
parece no dejar nada por fuera. Entonces tenemos 7 modales:
•Biológico
•Afectivo
•Sensación
•Imaginería
•Cognición
•Conducta
•Social
En la actualidad, se han tomado las siete dimensiones
iníciales de Lazarus, resumidas en cinco áreas:
Cognitiva: Auto diálogos negativos que generan emociones y
conductas disfuncionales. Pensamientos automáticos y creencias irracionales.
Afectos: Emociones sentidas con más frecuencia. Emociones
indeseadas. Que conductas presentan el sujeto cuando experimenta esas
emociones.
Somático: Sensaciones placenteras y displacenteras
experimentadas. Medicamentos, drogas consumidas. Enfermedades físicas
relevantes pasadas y actuales.
Interpersonal: Estilo de relación con otras personas.
Problemas relacionales en el ámbito de pareja, familia, trabajo, etc.
Habilidades sociales y asertividad.
Conducta: Actividades y conductas manifiestas. Habilidades o
actividades que desearía incrementar. Hábitos o actividades que desearía
reducir. Habilidades o carencias conductuales.
George Kelly

Teoría de los constructos
“Yo tengo una construcción, tú tienes otra, una persona al
otro lado del planeta tiene otra, alguien que vivió hace tiempo tuvo otra, un
científico moderno otra, cada niño tiene una e incluso alguien gravemente
enfermo de la mente tiene una”.
La teoría de Kelly empieza con lo que él llama “la metáfora
prodigiosa”. Kelly había observado mucho tiempo atrás que tanto los
científicos, como los terapeutas usualmente demostraban una actitud peculiar
ante las personas: mientras que se veían a sí mismos de manera bastante bien,
tendían a lo contrario con sus clientes; al tiempo que se consideraban como
embarcados en las finas artes de la razón y el empirismo, veían a la gente
común como víctimas de sus energías sexuales o de sus historias condicionantes.
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